Decidir cursar un máster es una de las decisiones más importantes en la trayectoria académica y profesional de una persona. No solo implica una inversión económica considerable, sino también tiempo, esfuerzo y expectativas de mejora laboral. En un contexto en el que la formación continua se ha vuelto casi imprescindible, surgen muchas dudas: ¿realmente compensa hacer un máster?, ¿es una garantía de éxito profesional?, ¿o se trata simplemente de una moda? Desde Bequers, especialistas en asesoramiento educativo, analizamos los principales mitos y verdades para ayudarte a tomar una decisión informada.
Mito 1: “Un máster solo sirve para tener un título más”
Este es uno de los mitos más extendidos y, al mismo tiempo, uno de los más alejados de la realidad. Un máster bien elegido no es solo un título que añadir al currículum, sino una herramienta de especialización y diferenciación profesional. En muchos sectores, contar únicamente con un grado ya no es suficiente para acceder a puestos de mayor responsabilidad o a áreas altamente especializadas.
La verdadera diferencia está en la calidad del programa y en su orientación práctica. Los másteres actuales, especialmente los impartidos por escuelas de negocio y universidades de prestigio, están diseñados para desarrollar competencias clave que el mercado laboral demanda: pensamiento estratégico, liderazgo, habilidades digitales y capacidad de análisis. Por eso, desde Bequers insistimos en la importancia de elegir un máster alineado con los objetivos profesionales de cada persona.
Mito 2: “Hacer un máster garantiza un empleo”
Aunque cursar un máster no asegura un trabajo de forma automática, sí incrementa notablemente las oportunidades de empleabilidad. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los titulados con máster alcanzan una tasa de empleo del 87% y perciben, de media, un 20% más de salario que quienes solo han cursado un grado.
Esto se debe a que los titulados de máster suelen aportar perfiles más especializados y adaptados a las necesidades reales de las empresas, algo especialmente valorado en sectores como la tecnología, la gestión empresarial, el marketing digital o la consultoría.
Mito 3: “Los másteres son demasiado caros y no compensan”
El coste económico es, sin duda, una de las principales barreras percibidas. Sin embargo, más allá del precio inicial, es fundamental analizar el retorno de la inversión a medio y largo plazo. Un máster puede traducirse en una mejora profesional, acceso a puestos de mayor responsabilidad y una evolución salarial progresiva.
Además, existen numerosas alternativas para facilitar el acceso a la formación de posgrado: becas, ayudas, descuentos y planes de financiación. En Bequers, asesoramos de manera personalizada para que el factor económico no sea un obstáculo, ayudando a cada estudiante a encontrar la opción más adecuada según su perfil y circunstancias.
Mito 4: “Cuanta más formación, mejor”
Formarse es importante, pero hacerlo sin una estrategia clara puede no dar los resultados esperados. Un máster debe responder a una necesidad profesional concreta: especializarse, cambiar de sector, actualizar conocimientos o impulsar una carrera directiva.
Antes de tomar la decisión, es clave analizar el mercado laboral, identificar las competencias más demandadas y definir objetivos realistas. Creemos que este proceso de reflexión y orientación es fundamental para asegurar que la formación elegida tenga un impacto real en la trayectoria profesional del estudiante.
Mito 5: “Solo importa el prestigio de la institución”
El prestigio de la escuela o universidad es relevante, pero no es el único factor determinante. Aspectos como la calidad del programa, el enfoque práctico, la experiencia del profesorado, la modalidad de estudio y las oportunidades de networking son igual de importantes.
Un buen máster debe ofrecer contenidos actualizados y aplicables al entorno profesional actual, así como la flexibilidad necesaria para compatibilizar estudios y trabajo.
Entonces, ¿vale la pena invertir en un máster?
La respuesta es sí, siempre que la elección sea estratégica. Un máster puede ser una inversión altamente rentable cuando se selecciona el programa adecuado, se analiza su impacto profesional y se cuenta con el acompañamiento correcto.
En Bequers, ponemos nuestra experiencia al servicio de cada estudiante para ayudarle a tomar decisiones informadas, encontrar el máster que mejor encaje con su perfil y acceder a las mejores condiciones posibles. Porque invertir en formación es apostar por el futuro, y hacerlo bien marca la diferencia.